“Habéis oído que se dijo… pero Yo os digo”. Cuando la gente escuchaba esto por parte de Jesús se asustaba, porque ese «yo os digo» equivalía a reivindicar para sí la misma autoridad de Dios, fuente de la Ley. La novedad de Jesús es que presentaba la ley no para someter al hombre sino para plenificarlo. Lucha contra los fariseos y los escribas que usan la ley para someter: “No hagáis como ellos, que lían fardos pesados e insoportables y se los cargan a la gente en los hombros”. Y también contra